Parece que esto puede traer cola...sacado de Anonymous Hispano.
La historia es larga, y además creo que es más grave de lo que nos podíamos imaginar, pero hay una cosa importante, y se necesita 1 prueba, es el eslabón de todo y está en una cuenta bancaria en Irlanda dónde depositaron casi 1 millón de euros sacado de las arcas públicas inglesa e irlandesa.
Dicen que lo han devuelto pero se cree que no lo han hecho.
Hay pruebas de que sacaron la pasta pero no de que la hayan devuelto.
Esto ya en si es grave, que los funcionarios dispongan del dinero público como les conviene pero y ¿si no lo han devuelto?
Si han mangado la pasta, sería la respuesta al por qué de lo que ha pasado con la película 'La Mula'.
Historia:
En el año 2004 Gheko Films compró los derechos de la novela “La mula” al autor Juan Eslava Galán al que también se le encargó el guión. En 2007, se le ofreció al director Michael Radford la dirección de la película que aceptó mediante una carta de intenciones. Posteriormente también se le contrató para hacer una reescritura del guión junto a Juan Eslava Galán.
La producción de “La Mula” se estructuró como una coproducción al amparo del convenio de coproducción europea, coproducción que además reúne todas las condiciones necesarias para que la película pueda obtener la nacionalidad en el país mayoritario que es España.
Tal y como obliga el convenio de coproducción europea, en el contrato y sus adendas se especifica el reparto de los derechos de explotación de la película que quedaron de la siguiente manera: el 100% de los derechos del territorio español pertecenen a Gheko Films productor español; los derechos del territorio inglés al productor inglés Workhorse y los derechos del territorio irlandés al productor irlandés Subotica; el resto de los territorios del mundo (los territorios compartidos) se comparten según el porcentaje de financiación que cada uno de los coproductores queda obligado a aportar para la financiación de la producción de la película, en su caso: España 67%- Reino Unido 20% - Irlanda 13%.
Una vez estructurada la coproducción y habiendo presentado todos estos contratos en el ICAA, se obtuvieron el certificado provisional de película española y la aprobación a la coproducción en España y en los países coproductores.
En cuanto a la contratación del director, siendo este de nacionalidad británica, fue contratado por la productora inglesa Workhorse cuyo administrador es él mismo y mediante un acuerdo de prestación de servicios vinculante en beneficio de la productora española, ambos contratos obligan al director a prestar los servicios a la producción y a Workhorse a pagar por esos servicios. Además en el contrato de coproducción también se especifica como obligación del coproductor inglés a que Michael Radford, como director, preste sus servicios a la producción, servicios que en todos los contratos solo puede dejar de prestar por causa de “Fuerza mayor”. En cuanto a la decisión sobre la versión definitiva, el llamado “corte final”, se especifica en todos los contratos que esta decisión final sería de gheko films.
En cuanto a la contratación del director, siendo este de nacionalidad británica, fue contratado por la productora inglesa Workhorse cuyo administrador es él mismo y mediante un acuerdo de prestación de servicios vinculante en beneficio de la productora española, ambos contratos obligan al director a prestar los servicios a la producción y a Workhorse a pagar por esos servicios. Además en el contrato de coproducción también se especifica como obligación del coproductor inglés a que Michael Radford, como director, preste sus servicios a la producción, servicios que en todos los contratos solo puede dejar de prestar por causa de “Fuerza mayor”. En cuanto a la decisión sobre la versión definitiva, el llamado “corte final”, se especifica en todos los contratos que esta decisión final sería de gheko films.
Gheko films además como productor mayoritario tiene la obligación y el derecho a la toma de decisiones finales, en los aspectos creativos y financieros en caso de que no haya acuerdo entre los coproductores.
Todos estos contratos obran en el expediente de la película en el ICAA.
Tras una reunión de todos los coproductores para examinar la financiación, se decidió comenzar con la preparación de la película, aceptando el productor español prestar una cantidad de dinero al productor inglés para que así pudiese cumplir con su obligación de aportar su financiación, que prometía aportar en el plazo de un mes. Ese mes se convirtió en varios meses, hasta que el productor español informó que no podía continuar prestando dinero porque podría provocarle un problema de liquidez con el peligro de no poder hacer frente a sus obligaciones.
Todos estos contratos obran en el expediente de la película en el ICAA.
Tras una reunión de todos los coproductores para examinar la financiación, se decidió comenzar con la preparación de la película, aceptando el productor español prestar una cantidad de dinero al productor inglés para que así pudiese cumplir con su obligación de aportar su financiación, que prometía aportar en el plazo de un mes. Ese mes se convirtió en varios meses, hasta que el productor español informó que no podía continuar prestando dinero porque podría provocarle un problema de liquidez con el peligro de no poder hacer frente a sus obligaciones.
El coproductor irlandés, a su vez, necesitaba depositar en una cuenta en Irlanda los fondos necesarios para la obtención del incentivo fiscal comprometido por él a la película.
Incapaces los coproductores inglés e irlandés de aportar la financiación comprometida y de procurar los fondos necesarios para la obtención del incentivo fiscal, buscaron varias soluciones hasta que llegaron a un prestamista.
Este prestamista les prestaría el dinero a ellos pero exigían que el productor español se lo devolviera a él. Devolución que provendría de las ayudas y derechos del productor español. Esto además de ser contrario a la ley, ponía en enorme peligro el pago de los gastos es España, ya que no se garantizaba que el dinero del prestamista fuera a pagar los gastos comprometidos en España, muy al contrario, el dinero se ingresaría en una cuenta de un banco extranjero y fuera de España, dejando al productor español sin ninguna garantía de hacer frente a sus compromisos en España.
El productor español se niega por tanto a aceptar esta propuesta y es entonces cuando como medida de presión, tal y como reconoce el Sr.Woodward, CEO del UKFC dirigido a Ignasi Guardans, el director abandona el rodaje.
El productor español como es su obligación, debe tomar todas las decisiones necesarias para garantizar el buen fin de la película, y se ve obligado a hacerse cargo del total de la producción hasta su finalización a pesar de las continuas presiones al que se ha visto sometido.
La productora informa de todo lo sucedido al ICAA y a Eurimages, a la vez que solicita ayuda.
En ese momento el director al cargo del ICAA era Ignasi Guardans que cita a la productora en su despacho para proponerle que se someta a sus exigencias o bien que se atenga a las consecuencias. Consecuencias que le anuncia serán su ruina.
La productora decide no plegarse a las exigencias del director del ICAA y entonces el director del ICAA cumple sus amenazas mediante unas declaraciones al periodico "EL MUNDO", de las cuales se desprende una acusación a la productora de actuar de forma ilegal y además de dañar la imagen del cine español.
La productora escribe a Pedro J. Ramirez, director del periodico para que se publique una rectificación pero este periodico decide hacer caso omiso.
En octubre salta a la luz la noticia del despido fulminante del Sr. Guardans y es cuando se obtiene acceso al expediente cuyo contenido como se ve en una foto (es la foto que pone mandar lo mínimo) les habian denegado.
En el expediente, hay correos que son los que fotografiamos que contienen pruebas de los presuntos delitos que han cometido.
Se comprende que todas las presiones estaban siendo apoyadas por los representantes del UKFC, del IFB y de Ignasi Guardans.
Han mentido públicamente , diciendo que no podían aportar sus fondos a la película porque la productora española no firmaba unos documentos, cuando estaba el dinero ya lejos de las arcas públicas, en una cuenta de un banco en Irlanda, como así han reconocido ellos mismos públicamente y según dicen devuelto a las administraciones.
Han secuestrado el negativo por la empresa Windmill Lane cuyo dueño es el presidente del IFB, la institución pública de Irlanda.
Han sembrando la duda sobre la titularidad de la película y sobre los derechos de explotación, denegando la calificación y provocando que la productora española deje de cobrar el dinero comprometido a la película para ahogarles económicamente y que no puedan hacer frente a sus proveedores y con absoluto desprecio hacia los otros autores, hacia los que han trabajado y hacia los que han financiado la película.
El productor español se niega por tanto a aceptar esta propuesta y es entonces cuando como medida de presión, tal y como reconoce el Sr.Woodward, CEO del UKFC dirigido a Ignasi Guardans, el director abandona el rodaje.
El productor español como es su obligación, debe tomar todas las decisiones necesarias para garantizar el buen fin de la película, y se ve obligado a hacerse cargo del total de la producción hasta su finalización a pesar de las continuas presiones al que se ha visto sometido.
La productora informa de todo lo sucedido al ICAA y a Eurimages, a la vez que solicita ayuda.
En ese momento el director al cargo del ICAA era Ignasi Guardans que cita a la productora en su despacho para proponerle que se someta a sus exigencias o bien que se atenga a las consecuencias. Consecuencias que le anuncia serán su ruina.
La productora decide no plegarse a las exigencias del director del ICAA y entonces el director del ICAA cumple sus amenazas mediante unas declaraciones al periodico "EL MUNDO", de las cuales se desprende una acusación a la productora de actuar de forma ilegal y además de dañar la imagen del cine español.
La productora escribe a Pedro J. Ramirez, director del periodico para que se publique una rectificación pero este periodico decide hacer caso omiso.
En octubre salta a la luz la noticia del despido fulminante del Sr. Guardans y es cuando se obtiene acceso al expediente cuyo contenido como se ve en una foto (es la foto que pone mandar lo mínimo) les habian denegado.
En el expediente, hay correos que son los que fotografiamos que contienen pruebas de los presuntos delitos que han cometido.
Se comprende que todas las presiones estaban siendo apoyadas por los representantes del UKFC, del IFB y de Ignasi Guardans.
Han mentido públicamente , diciendo que no podían aportar sus fondos a la película porque la productora española no firmaba unos documentos, cuando estaba el dinero ya lejos de las arcas públicas, en una cuenta de un banco en Irlanda, como así han reconocido ellos mismos públicamente y según dicen devuelto a las administraciones.
Han secuestrado el negativo por la empresa Windmill Lane cuyo dueño es el presidente del IFB, la institución pública de Irlanda.
Han sembrando la duda sobre la titularidad de la película y sobre los derechos de explotación, denegando la calificación y provocando que la productora española deje de cobrar el dinero comprometido a la película para ahogarles económicamente y que no puedan hacer frente a sus proveedores y con absoluto desprecio hacia los otros autores, hacia los que han trabajado y hacia los que han financiado la película.
En cuanto Carlos Cuadros tomó posesión se reunimos con él para mostrarle las pruebas documentales irrefutables obtenidas de los archivos del ministerio de cultura, para que sus recursos interpuestos ante el ICAA, fueran considerados y se procediera a la calificación de la película conforme a la legislación vigente en esta materia. Y a su vez se informara a las autoridades competentes de que el productor español ha obrado en perfecto cumplimiento de la ley ya que es urgente que pudieran pagar a los trabajadores y a todos los que están esperando cobrar, que debido a los actos perversos de los responsables de los organismos públicos, se han visto afectados injustamente.
A los pocos días despidieron a la subdirectora pero esta antes de irse dejó un correo que señala directamente a la ministra.
Unos días más tarde, les dan la calificación y a la vez les dicen que se ha iniciado un proceso para declar a la película LESIVA (que daña) el interés general.
¿Por qué?
Todo está relacionado con el dinero que se depositó en la cuenta en Irlanda. Este dinero que aseguran que lo han devuelto, es una cantidad cuya cifra coincide con la misma cifra que pedían al prestamista y que exigían que tenía que devolver la productora española.
Lo peor es que se cree que esto lo han hecho muchas veces. El tema es peor de lo que se imagina nadie, las sospechas son que engañan a productores y luego son los propios jefes de los organismos públicos que les presionan para firmar avales y se llevan la pasta.
Si se hubiera firmado no tendría se a nadie aquien recurrir y es lo que les debe pasar a muchos productores a los que han debido estafar.
De hecho Dolors Payés denunció algo en el país.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/cine/espanol/bolsillo/contribuyente/elpepuopi/20100112elpepiopi_12/Tes
Hablaron con ella, y le contaron que eran la cara de la otra moneda. El productor que se niega a firmar la cesión de derechos y que se ha tenido que aguantar todas estas presiones como se han podido para que el dinero de la película vaya destinado a pagar a los trabajadores.
A los pocos días despidieron a la subdirectora pero esta antes de irse dejó un correo que señala directamente a la ministra.
Unos días más tarde, les dan la calificación y a la vez les dicen que se ha iniciado un proceso para declar a la película LESIVA (que daña) el interés general.
¿Por qué?
Todo está relacionado con el dinero que se depositó en la cuenta en Irlanda. Este dinero que aseguran que lo han devuelto, es una cantidad cuya cifra coincide con la misma cifra que pedían al prestamista y que exigían que tenía que devolver la productora española.
Lo peor es que se cree que esto lo han hecho muchas veces. El tema es peor de lo que se imagina nadie, las sospechas son que engañan a productores y luego son los propios jefes de los organismos públicos que les presionan para firmar avales y se llevan la pasta.
Si se hubiera firmado no tendría se a nadie aquien recurrir y es lo que les debe pasar a muchos productores a los que han debido estafar.
De hecho Dolors Payés denunció algo en el país.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/cine/espanol/bolsillo/contribuyente/elpepuopi/20100112elpepiopi_12/Tes
Hablaron con ella, y le contaron que eran la cara de la otra moneda. El productor que se niega a firmar la cesión de derechos y que se ha tenido que aguantar todas estas presiones como se han podido para que el dinero de la película vaya destinado a pagar a los trabajadores.
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